martes, 10 de junio de 2008

Es medianoche...

Es medianoche y se organiza una tácita carrera por el agua.

Los insectos entran por las ventanillas. Hay ojos afuera, entre los plantíos. Hay voces que vienen desde la oscuridad del campo.

De un vagón a otro pasan los niños llevando sus gritos agudos, mientras baja la intensidad de las luces y las mariposas nocturnas desesperan, y las mujeres gritan, y los niños aplauden con esas manitos mugrosas, y las chicharras se chocan contra los ventiladores y caen sobre algún pasajero que duerme, aunque le pisen los pies y se lleven por delante el brazo que incurre el peligroso límite del pasillo.

Perdemos conciencia del tiempo.

Algunos duermen en las piletas de acero inoxidable.
Algunos dormitan sobre hombros ajenos y se les cae la cabeza y no se sabe qué hacer con la cabeza.

1 comentario:

Jorge Maseda dijo...
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